viernes, 25 de junio de 2010

29

Estaba listo para continuar la lista de las cosas que aborrezco: las películas re-hechas, las revistas de moda, las metáforas cinematográficas que no aportan nada, los clichés literarios, los imbéciles con i-phone, cuando me coge la lluvia en la parada de guagua, la ropa de marca con logos enormes (y la gente que la rellena), las excusas poco creativas, etc. Sin embargo, es difícil pasar encabronado el día de mi cumpleaños.
Hoy, 25 de junio, me acerqué al último año de mi segunda década. Con esos números a cuestas, resulta fácil ponerse filosófico y profundo; me lo ahorro. La vida es un asco... a ratos, pero eso no significa que no podamos pasarla bien de vez en cuando. Hoy, por ejemplo, ahogué la falta absoluta que me hacían mis viejos, mis amigos, la playa, la cerveza fría y el dominó con un poco de ron boricua, tacos de pollo, buena música, un poco de F.X. Toole por la mañana, un poco de gimnasio a mediodía y un poco de Dan Fante a la medianoche.
Un año más viejo. Un año más sabio... o menos tonto, que es más o menos lo mismo. Un año más de doctorado. Un año que me acerca un poco más a un futuro incierto al que no temo, me aleja un poco más de una juventud que ya añoro y que me lanza una pulgada más hacia la nada de la que todos venimos. ¿No les dije que era fácil filosofar? Bah. Al carajo: viva yo. Feliz cumpleaños para mi. Un abrazo.